La ultracongelación implica exponer la carne a temperaturas extremadamente bajas, generalmente alrededor de -40°C. Esta técnica permite que el agua dentro de las células de la carne forme cristales de hielo microscópicos, lo que evita el crecimiento de bacterias y retrasa la descomposición. Por otro lado, la carne refrigerada se mantiene a temperaturas más altas, alrededor de 0-4°C, lo que ralentiza pero no detiene el proceso de deterioro.

Preservación de nutrientes

Uno de los puntos fuertes de la ultracongelación es su capacidad para mantener intactos los nutrientes. Al exponer la carne a temperaturas de hasta -80ºC, la formación de cristales de hielo es mínima, lo que conserva la estructura celular de la carne y, por ende, sus propiedades nutricionales.

Sabor y textura

La ultracongelación permite retener el sabor y la textura originales de la carne. Al reducirse la cristalización, la carne no pierde agua en el proceso de descongelación, lo que se traduce en un producto jugoso y de sabor auténtico.

Seguridad alimentaria

Las bajas temperaturas de la ultracongelación frenan el desarrollo de microorganismos, garantizando un producto seguro para el consumidor.

Durabilidad

Mientras que la carne refrigerada tiene una vida útil limitada de unos días, la ultracongelada puede conservarse durante meses sin perder calidad, facilitando el almacenamiento y la planificación.
En Burgués, nuestra misión es ofrecer productos de la máxima calidad y autenticidad. Gracias a la ultracongelación, garantizamos hamburguesas con un sabor inigualable, seguras y listas para ser degustadas cuando el apetito llame. ¡Salud y buen provecho!